Una de las historias más impactantes de valentía ocurrió en el año 2000, Inés Ramírez, sin acceso a hospitales ni médicos, estuvo 12 horas en trabajo de parto… completamente sola.

Cuando ya no pudo más, tomó una decisión desesperada: con un cuchillo de cocina, un poco de alcohol etílico y una fuerza fuera de lo común, se abrió el abdomen, sacó a su hijo y cortó el cordón umbilical. Después perdió el conocimiento.
Milagrosamente, ambos sobrevivieron.
Su caso fue estudiado por médicos de todo el mundo y sigue siendo uno de los pocos casos documentados de una cesárea autoasistida con éxito. Un verdadero ejemplo de coraje extremo y de lo que puede lograr una madre decidida a salvar a su hijo. Fuente Hutimas Noticias Caaguazú