Un suboficial militar fue detenido ayer en la ciudad de Limpio por haber disparado contra dos adolescentes que pasaban frente a su casa camino a una despensa. Los menores de edad no resultaron heridos. El uniformado -quien se encontraba alcoholizado e inclusive apuntó con su arma a los policías que fueron a reducirlo, de acuerdo al reporte- justificó su actitud señalando que pensó que las víctimas eran adictos.
Un efectivo militar en estado de ebriedad disparó contra dos adolescentes que pasaban frente a su casa en el barrio San Blas de la ciudad de Limpio, de acuerdo a reportes y testimonios de vecinos. Los menores no resultaron heridos y el supuesto atacante fue detenido por agentes de la Policía Nacional.

El incidente ocurrió alrededor de las 21:00 del sábado y, según el reporte policial, tuvo como supuesto agresor a Gabriel Brítez Ortigoza (40 años), suboficial de Sanidad del Comando Logístico de las Fuerzas Armadas.Según comentó la comisaria María Insfrán, subjefa de la Comisaría 9 de Limpio, los dos menores – de 14 y 12 años – se dirigían a una despensa cuando pasaron frente a la residencia de Brítez Ortigoza, quien alegó haber pensado que los menores eran “adictos que suelen pasar por la zona”.
Respecto a si la intención del uniformado habría sido herir a las víctimas, la jefa policial afirmó que “aparentemente fue así”. Aclaró que el aprehendido se encontraba “totalmente ebrio”.
Mencionó que Brítez reside en la zona desde hace unos años y que -de acuerdo a testimonios de lugareños- “no es la primera vez que él realiza esta clase de hechos”.
Dos disparos
Siempre según el relato policial, Brítez Ortigoza salió de su vivienda con un revólver en mano y dijo a los menores que corran para luego efectuar dos disparos mientras estos huían.
Un vecino debió salir de su casa e intervino, forcejeando con el militar, quien de esta manera volvió a entrar a su vivienda.Agentes del grupo Lince de la Policía se presentaron en el lugar del hecho y el sospechoso les apuntó con un revólver, pero finalmente dejó el arma y salió al encuentro de los uniformados, quienes lo detuvieron, detalló la comisaria Insfrán. “Ellos le dijeron que baje (el arma) y salga a conversar y ahí él dejó su arma en la puerta de su casa y salió junto a nosotros”, refirió.
Una prueba de alcohol practicada al detenido arrojó un resultado positivo, con 1,151 mg/L, de acuerdo al informe de los intervinientes.
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